Lorena Astudillo presenta “Crisálida”, un disco que va
tejiendo sus mundos íntimos a través de composiciones propias que resultan
profundas y luminosas a la vez. Con un estilo muy personal, la cantante y compositora
recorre diversos géneros como el candombe, la cumbia, el latin jazz, el flamenco,
el rock, la baguala y otros ritmos folclóricos de la música argentina con
absoluta comodidad.
El álbum contiene doce canciones que expresan lo sutil de lo cotidiano:
hablan de resiliencia, de hermandad, de amores, de pérdidas, de lazos eternos,
de la afirmación como mujer y creadora en un mundo que oprime y arrastra pero
que a la vez ofrece buenos vientos para nuevos viajes.
“Mi música es
multicolor, cada vez más del mundo. Cuando compongo encuentro retazos de
todo cuanto escuché, de todos los lugares que visité, las culturas y las
personas con las que me conecté. Cuanto más viajo y conozco, más se amplía mi
horizonte compositivo”, cuenta Lorena Astudillo.
La presentación oficial
de Crisálida será el sábado 21 de noviembre con un concierto en vivo, emotivo e intimista, que será transmitido por streaming.
Participará la banda que acompañó a Lorena en la grabación del disco: Constanza
Meinero (piano, arreglos, coros, dirección y producción musical), Sebastian
Castro (guitarra y coros), Lucas Homer (contrabajo, bajo eléctrico y coros) y
Gaspar Tytelman (percusión y coros). La voz, la composición y la producción
musical, artística y general es de Astudillo.
El término “Crisálida” refiere a ese extraordinario estado de
la naturaleza donde, en aparente quietud, se produce una profundísima
metamorfosis, la transformación más asombrosa que existe en el universo. “Siento que este disco está absolutamente ligado
con un momento personal de aquietar y replegarse para poder crear con autenticidad
y a la vez alineado con el momento presente de inmensa mutación, de caídas de
viejos paradigmas que revelan, entre otras cosas, nuestro lugar como mujeres hacedoras
y protagonistas de nuestra historia”, apunta Lorena Astudillo.
MÁS SOBRE LORENA ASTUDILLO:
Lorena Astudillo es una de las más sobresalientes compositoras y
cantantes de la música argentina del momento. Supo ganarse un lugar de amplio
reconocimiento tanto del público como de sus pares y de la prensa
especializada, convirtiéndose en referente para las nuevas generaciones de
jóvenes artistas.
Tiene un camino artístico de más de 20 años con 7 discos editados de música latinoamericana. Nominada a los
premios Gardel 2018 y 2015 como “Mejor álbum artista femenina de folclore” por
sus discos “El Cuchi de Cámara” y “Un mar de flores”, respectivamente. En 2015
ganó el Premio Konex como “Mejor cantante femenina de folclore”.
Si bien tiene un lugar destacado en la música popular argentina
y latinoamericana, la propuesta de Lorena Astudillo se emparenta con una
sonoridad cercana al jazz, con arreglos e instrumentación propios de tal
estilo.
Se ha presentado en los más grandes escenarios nacionales y
también en otros de varias ciudades del mundo. Con un impulso en constante
movimiento, creó y produjo el ciclo “Cantautoras, la nueva canción argentina en
manos y voces de mujeres”, que consistió en encuentros de diversas cantautoras
argentinas donde se encontraban la poesía, la comunión de voces y espíritus de
mujeres que crean, dicen, cantan, comparten y se acompañan instrumentalmente.
Lorena Astudillo alterna sus presentaciones artísticas con su
actividad como docente en su estudio privado y dando sus “Talleres vivenciales
de canto y expresión”, actividad grupal y enormemente emotiva donde confluyen
sus conocimientos y experiencias como artista, psicóloga y docente, en función
de lograr la expresión genuina a través del canto. Estos talleres han tenido
lugar tanto en Argentina como en Iberoamérica.
Actualmente, además de presentar Crisálida, se encuentra
trabajando en la producción de un nuevo disco con composiciones propias, pero
con la participación de otras artistas para hacer duetos. También está
sumergida en la escritura de un libro sobre la filosofía del canto.
ACERCA DE LAS CANCIONES DE CRISÁLIDA:
1- Resiliente: (Aire de candombe y rumba flamenca)
Habla de la llegada del dolor a nuestras vidas,
de cómo nos encontramos de frente con él; cómo nos estalla como una bomba en
las manos y fundamentalmente de la capacidad de superarlo y sanar a través de
ello.
2- Canta, baila, sueña y anda: (Aire de joropo venezolano) Cuestiona
decidida y enfáticamente la educación escolar opresiva y hegemónica que sucede
en la mayoría de las escuelas que conocemos y donde tanto padecen muchas niñas
y muchos niños. A la vez es una canción
muy feliz, un canto a la libertad, al movimiento, a la particularidad de cada
ser, a la diversidad, a lo no opresivo, a abrirse paso entre tanto pensamiento
certero, animarse a ponerlo en duda y tomar otros caminos.
3- Llueve: (Aire de milonga) Tiene en la música un poquito del espíritu
cinematográfico de la película Bagdad Café. Fue escrita en la hondura
melancólica de una tarde gris y lluviosa, y va relatando cómo se sale de la
ausencia, del duelo, para reencontrarse con una y uno mismo.
4-
El hilo infinito: (Aire de zamba argentina) Dedicada a las hermandades y
amistades, esas relaciones que pueden tolerar los tiempos y los espacios. De
ahí la idea de las relaciones elásticas que no aprietan y la imagen de un
hilo que une almas y seres, algo así como el mito del hilo rojo pero
ampliado a todas las relaciones humanas.
5-
La tiburona: (Cumbia colombiana) Está inspirada en una particularidad de
algunos tipos de tiburones, como los blancos, que empiezan a nadar ni bien
nacen y no pueden parar más hasta que se mueren porque si se detienen se ahogan.
La Tiburona también representa la libertad ya que otra de sus particularidades es
que son “inatrapables”, no pueden estar en cautiverio porque se mueren de
estrés. Confiesa Lorena: “Yo me siento la
tiburona, que no puede parar ni dormida porque toda detención me genera
angustia o ansiedad. A la vez La Tiburona representa la Libertad, la
sensualidad del movimiento, la felicidad de andar libremente y a la vez, si de
mujeres se trata, andando rápido, alerta y desarrollando una especie de sexto
sentido para sobrevivirle al peligro de las calles”.
6- Duela: (Milonga) Cuenta un duelo de amor a través de una historia imaginaria
entre el viento y el agua como dos seres que se separan sabiendo que nunca más
van a volver a verse. Duela habla acerca de todo lo que sucede en ellos y lo
que los rodea despidiéndose para siempre; quizás triste pero concluye con una
fuerte esperanza como cuando dice al final “que se quede el alma plena de
dolores que sanar, cada uno en su silencio será música en el mar”.
7- Crisálida: (Aire de huayno) “Me inspiré propiamente en el estado de
evolución de las orugas y el nacimiento de las mariposas. La crisálida como estado
de aparente quietud y pero de una potencia y dramatismo increíbles; también
surgió inspirada en la viudez de una amiga que tuvo que rehacerse para poder
seguir. Como dice la canción “para ser la mariposa hay que aprender a morir, el
tesoro de las penas es el que enseña a vivir”.
8- Adonde va el agua: Es una canción más de aire que de
agua, flotar, dejarse ir, alivianar el equipaje para que el camino sea menos
tirante. Tiene un lenguaje abstracto, es más simbólica
y tiene pocas palabras… tal vez para poder flotar mejor y dejarse llevar.
9- Mariposa de seda: (Aire de Chacarera) Esta canción comenzó hablando de la explotación de la mariposa de
seda en manos de la humanidad y terminó refiriendo a la violencia ejercida
sobre los cuerpos y destinos de las mujeres. Esta canción nombra y clama por
quienes ya no están. En aquellos días me topé con el crimen atroz de Lucia
Pérez y a la vez con el maravilloso texto inspirador y alusivo a este femicidio
“Nombrarte Lucia” de mi amada Clodet Garcia. Esta canción es definitivamente un
gesto rotundo de nombrar, de decir aquello que tanto cuesta escuchar. Y
representa la posibilidad de no repetir, de cambiar la historia, de nombrar
para recordar y dar entidad a quienes ya no están y entender la horrorosa
dimensión de los destinos arrebatados por la violencia.
10- La Nada: (Vals) “Es
mi romance con la nada que siempre está ahí mordiéndome los talones para que
siga adelante creando todo cuanto puedo. Es creo una de las más contundentes
letras de todo el disco. Para
mí la nada es el más poderoso motor de creación. La cruda visión de la nada, de
lo que no está, nos lleva a lxs que hacemos canciones u otras formas de arte a
crear para ponerle nombres, formas, colores a lo descarnado de la ausencia”.
11- Como Ulises: (Balada rock) Es quizás uno de los
temas más raros del disco porque está vestido con recursos del Rock, pero yace
en su entraña un canto bagualero (se puede escuchar en el final del tema este
guiño); surgió ante un testimonio de una mujer golpeada que decía que cuando su
pareja volvía arrepentida luego de la paliza y le traía flores y le acariciaba
la cabeza, no podía resistirse a volver con él aun sabiendo que después él volvería
a golpearla. Entonces apareció en el mito de Ulises de la Odisea de Homero esa
idea de Resistencia, de atarse al palo mayor de su barco para resistir a las
sirenas que lo querían hacer naufragar con su canto y su seducción.
12- Llegando la madrugada: (Aire de
candombe) “Padezco un raro tipo de insomnio, no puedo
dormir más allá de la madrugada. Concilio muy bien el sueño de noche pero
amanezco muchísimo antes de que amanezca. Una madrugada estaba rogando que al
abrir los ojos me encontrara con la claridad para poder levantarme, pero no. Ahí
mismo, mientras luchaba por volverme a dormir, apareció la melodía y algunas
frases de este tema, que nació en plena
oscuridad y silencio”.